Dar sin buscar recibir. Hacer sin esperar nada a cambio. Abandonar todo, sin miedo de perder. De la misma forma que un artista debe darse por entero sin ocuparse de alcanzar la gloria, la riqueza, reiki se practica sin buscar nada, sin esperar nada, sin desear nada: mente en unidad, mente de principiante.Cualquier pequeño cambio positivo en nuestra manera de pensar puede comenzar a desenredar el problema más enorme. Cuando le hacemos las preguntas correctas a la Vida, ésta nos responde.

Hay muchas maneras de hacer los cambios. Podríamos comenzar por mirar con sinceridad nuestras imperfecciones. No me refiero a sacar lo malo que pueda haber en nosotros, sino a ver las barreras que hemos levantado y que nos impiden ser todo lo que podemos ser, y, sin reprendernos, eliminarlas y hacer cambios. Sí, muchas de esas barreras son cosas que aprendimos en la infancia. Cosas que jamás concuerdan con nosotros. Simplemente las aceptamos de otra persona. Pero si en una ocasión las aprendimos, ahora podernos olvidarlas.

Cuando estamos dispuestos a aprender a amarnos, será necesario desarrollar ciertas pautas:

Abandonar toda crítica. Criticar es un acto inútil; la crítica jamás lleva a nada positivo. No te critiques, quítate esa carga de encima. Tampoco critiques a los demás, ya que los defectos que encontramos en otros son simples proyecciones de las cosas que no nos gustan en nosotros mismos. Pensar negativamente de otra persona es una de las grandes causas de limitación en nuestra vida. Sólo nosotros nos juzgamos.

         Ni la Vida, ni Dios ni el Universo me juzgan. Por tanto me amo y apruebo.

No darle alas al miedo. Todos tenemos que dejar de hacerlo. Con demasiada frecuencia nos aterrorizamos con nuestros pensamientos. Solamente podemos pensar un pensamiento por vez. Aprendamos a pensar mediante afirmaciones positivas. De esa manera nuestros pensamientos mejorarán nuestra vida. Si nos sorprendemos generando miedo, reaccionamos inmediatamente liberándonos de la necesidad de asustarnos.

         Soy una expresión divina y magnífica de la vida, y desde este momento elijo        vivir plenamente.

Nos comprometemos en la relación que tenemos con nosotros mismos. Nos entregamos mucho en las relaciones que tenemos con los demás, pero a nosotros mismos, por lo general, nos dejamos de lado. Sólo de vez en cuando nos damos algo de tiempo para nosotros mismos. Hay que quererse de verdad y comprometernos a amarnos. Cuidemos nuestro corazón y nuestra alma.

         Soy mi persona favorita.

Tratarse a sí mismo como a una persona amada. Respetarse y mimarse. Cuando  una persona se ama a sí  misma estará más abierta al amor de otras personas. Se requiere que concentremos nuestra atención en lo que deseamos, no en lo que no deseamos. Es importante que la concentración esté enfocada en amarse.

         En este momento me amo totalmente.

Cuidamos nuestro cuerpo como un templo precioso. Si queremos vivir una vida larga y satisfactoria es necesario empezar por cuidarnos ahora. Necesitamos tener buen aspecto y, por encima de todo, sentirnos bien, con mucha energía. La nutrición y el ejercicio son importantes:  mantener flexible el cuerpo y moverse con agilidad hasta el último día en que habitemos en el planeta.

         Soy una persona feliz, sana y completa.

 Aprender en forma permanente. Con mucha frecuencia nos lamentamos de no saber esto o aquello y no sabemos qué hacer. Somos inteligentes y capaces de aprender. En todas partes encontraremos libros, cursos y clases. Hay una infinidad de posibilidades, muchas de ellas gratuitas como las bibliotecas y muchos grupos de autoayuda. Es importante continuar aprendiendo hasta el último día de nuestra vida.

         Constantemente estoy aprendiendo y creciendo.

Incentivar nuestra creatividad. Guardar tiempo para expresarse ya que esto nos hace personas plenas, nos libera de ese constante estado de frustración en el que estamos inmersos.

Siempre encuentro tiempo para la creatividad.

Conectarse con nuestra alegría y felicidad innatas. La alegría y la felicidad están siempre en nuestro interior. Si nos conectamos con ellas y construimos nuestra vida en torno suyo seremos más receptivos y serenos.

         Estoy desbordante de alegría y expreso felicidad.

 Ser íntegros y cumplir con la palabra empeñada. Cuando tenemos integridad nos honramos y respetamos a nosotros mismos. Es fundamental aprender a cumplir nuestras promesas. No hacer jamás una promesa que no podamos cumplir, ni siquiera a nosotros mismos. Es  necesario poder confiar en uno mismo.

         Puedo confiar en mi.

Desarrollar una fuerte conexión espiritual con la Vida. Esta conexión puede tener que ver o no con la religión en que fuimos educados. Podemos elegir nuestro camino y creencias espirituales. Los momentos de soledad son momentos especiales de la vida. La relación con nuestro yo interior es lo más importante. Generemos momentos de silencio y quietud para comunicarnos con nuestro guía interior.

         Mis creencias espirituales me apoyan y me ayudan a ser una mejor persona,          desplegando todo mi potencial.

Del libro «Namaste» de Claudio Marquez, Uriel Ediciones