Crear un escudo de luz para proteger nuestro campo energético.
Preparar nuestro cuerpo para recibir y sostener un flujo creciente de energías superiores. Nos ayuda a armonizar nuestras energías personales y ambientales, a amplificar los resultados de las actividades con enfoque espiritual, a limpiar el karma y reprogramar patrones que generan bloqueos e impiden la expansión de nuestra conciencia.
Para ayudar a enfocarnos usaremos como símbolo una estrella plateada de seis puntas.
Sentados cómodamente nos disponemos a realizar el ejercicio. Inspiramos y exhalamos permitiendo que con cada exhalación se vayan bloqueos y contracturas, relajando así todo nuestro cuerpo.
Visualizamos en nuestra cabeza, en el lugar del sexto chakra, una estrella plateada de seis puntas. A medida que inspiramos y exhalamos vemos cómo la estrella se va desplazando hacia abajo recorriendo la vertical de la columna por el canal central y dirigiéndose entre las piernas hasta hacer contacto con la red energética de la tierra que visualizamos a unos 25-30 cm por debajo de nuestros pies como un gran esfera de luz plateada. Vemos ahora nuestra estrella suspendida en el centro de esa esfera. A medida que exhalamos sentimos nuestra conexión con esta energía. Inhalamos incorporando la energía de este centro a nuestra estrella viendo que está conectada a ella mediante un grueso hilo plateado. La estrella comienza a girar con su luz plateada. Con cada inhalación la estrella irá subiendo volviendo a nuestro cuerpo. A medida que sube sentimos que la luz plateada recorre todo nuestro cuerpo y vemos el cordón plateado que conecta el centro de nuestro símbolo con la esfera como si fuera una columna (pilar) de luz. Dejamos que la luz entre en cada poro, en cada célula de nuestro cuerpo hasta envolverlo completamente: no sólo el cuerpo físico sino también el etéreo, el emocional, el mental y el espiritual abarcando completamente el aura . Sentimos cómo poco a poco esta luz plateada nos va envolviendo desde los pies pasando por las caderas, el pecho, la cabeza hacia afuera hasta unos 75/80 cm por encima de ella.
En este lugar repetimos lo realizado anteriormente, visualizamos la estrella girando en el extremo de la columna de luz como si fuera un sello. Desde su centro extiende el hilo plateado hasta conectarse a una estrella lejana que será nuestro anclaje en el campo celestial, garantizando así nuestra protección.
Ahora permanecemos unos momentos en nuestro centro de quietud, en el plexo solar, visualizando los rayos de luz plateada que se irradian conectándonos a la Tierra y al Cielo, y nos sentimos centrados, equilibrados y completamente integrados.
Gracias Claudio por toda la ayuda que nos brinda un abrazo desde Uruguay
El jue., 4 de noviembre de 2021 8:04 a. m., Blog Oficial de Claudio Márquez
Un gran saludo Adriana!!!
gracias maestro
Muchas gracias
Lo mereces Marisa!
Muchas gracias por todo lo que nos enseñas Master!. Abrazo enorme.
El agradecido soy yo!
Gracias querido Maestro por la amabilidad que lo distingue y por y por tan bello ejercicio 💖💕💕💕🌹🌹🍀🌷🌺🌷🍀
Para que a través de él tengas aún más protección!