Reiki y los seres intuitivos

El efecto de nuestras prácticas enriquece nuestra vida, la de los demás y al propio reiki. Que es un sistema abierto, no sectario, diverso y con mucha gente distinta que lo practica de diferente manera y en todos los casos de forma auténtica. En eso reside su gran valor.

De que nos serviría un sistema único, condicionado y perfecto si nos sentiríamos dentro de el como en una caja cerrada?. Siempre menciono en mis clases que en cada manual, hay una cámara oculta, para poder ver lo que cada cual hace después en su casa. Al ver cómo se practica lo aprendido en los cursos me alegro sobre manera.

Porque un sistema es algo creado por una persona. En cambio tu intuición, esa intuición que proviene de lo divino como una inspiración que recibimos cuando practicamos reiki, es una bendición. O sea: a quien haremos caso? A la bendición recibida o al manual?

Las sesiones tiene que integrar otros sistemas y otro tipo de prácticas: por algo uno se entrena y aprende. La sesión es la confluencia de muchas experiencias, incluso la propia, volcadas en el bienestar del otro.

De allí que me atrevo a sugerir que reiki es un arte, como su nombre original lo indica «reiki-do» un sendero, como «cha-do» la ceremonia del té, y como muchos otros eu poseen el sufijo «do».

Un arte se aprende mediante lo básico, por ejemplo el arte de la pintura nos da las herramientas del estilo, pinceles, mezcla de colores, pero luego uno se encuentra con un lienzo vacío, en blanco como para que uno haga su obra. Practicar. Eso es arte. Lanzarse al vacío con pocas seguridades y muchas dudas. Eso es crear.

Es evidente que para muchos el reiki es una terapia alternativa o complementaria ya que luchan para que se imponga en hospitales y clínicas del mundo.

Para otros es un sistema de relajación y belleza porque se lo imparte en spa y sitios de mejoramiento personal.

Pero al atender a alguien o aplicárselo a uno mismo, surge la inspiración y el arte cobra sentido: reiki como camino para despertar las posibilidades o capacidades autocurativas de cuerpo, emociones, mente y espíritu de la persona. El mejor estado que se pueda lograr se obtendrá.

El resultado depende de lo bien dispuesto del dador y del receptor; de aquello que en ese momento, ese día, ese lugar y ese encuentro, determine la vida. Generamos un contexto, lo cuidamos, pero no sabemos hasta donde podremos llegar. Tal cual una pintura expuesta a la vista de los visitantes en un hospital o la música como mecanismo para ayudar a vivir mejor. Uno las realiza, el resultado ya no depende de uno.

En este arte japonés se utilizan las manos, los ojos, la respiración. No es sólo «imposición de las manos» pequeño tema que muestra una gran ignorancia al respecto. Su creador tenía conocimientos de muchas artes, incluso era Maestro de aiki jutsu, un arte marcial japonés. Por eso es cuestión de ahondar, con una mente abierta, las posibilidades que el método nos brinda.

No hay nadie que nos pueda decir si lo que estamos haciendo está bien o está mal. No hay nadie que pueda decirnos cuál es el tiempo para aprender o no, porque no hay nadie más que uno mismo a cargo de su propia vida y de su propio karma.

Dejemos por un momento nuestras expectativas, actitudes y pensamientos condicionados. Sólo por este instante quedémonos abiertos. Recibamos la energía del sol que allí arriba está ahora mismo, dispuesto a seguir brindándonos su calor, para que nuestra vida florezca sobre la tierra.

41 comentarios en “Reiki y los seres intuitivos”

¡Maravilloso! Así es.
¡Gracias!

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