Imaginamos nuestro lugar más apreciado frente al mar. Nos sentamos, entornamos suavemente nuestros ojos por un momento y comenzamos a escuchar con atención. Los mismos sonidos que resuenan en el afuera, repercuten dentro nuestro.
El mar también suena en nuestro interior, además su sonido dentro del medio acuático siempre nos ha llamado la atención, bien por que se agudiza nuestra percepción, bien por que nos conecta con un espacio vital distinto. Vivimos inmersos en un océano de energía, similar a la del mar.
Nos vamos a sumergir en el interior de esta agua que tenemos delante y nos proponemos escuchar sus sonidos atentamente, dejando que su ritmo resuene sin prisa dentro de nosotros.
Soltamos toda sensación de inquietud, al sentirnos contenidos y confortados en sus aguas.
Percibimos también los sonidos del exterior aunque no nos molestan.
Sabemos que al integrar los sonidos nos relajamos, entramos en la zona de descanso y nos dejamos llevar por las sensaciones placenteras de vivir plenamente este momento de nuestras vidas.
gracias gracias gracias por este homenaje a nuestra pachamama
gracias y que DIOS lo guíe en todo momento…NAMASTÉ.
El agradecido soy yo, vamos todavia!!!
hola maestro que hermosa imagen no conosco el mar me lo imagino pero no es lo mismo me encantaria conocerlo debe ser bellisimo como se ve gracias maestro namaste un abrazo a la distancia mucha luz y un baño de ese mar esas aguas que lo energicen amen
Que las disfrutes con toda la energía de la vida!
SOS MI MAESTRO DEL ALMA
Gracias mil Maria y a seguir adelante con todo!!!